La apertura del Tren Insurgente, también conocido como Tren Interurbano México-Toluca, marcó un hito en la movilidad moderna del Valle de Toluca y la Ciudad de México. Cumpliendo promesas de un medio de transporte con rapidez, comodidad y sustentabilidad, sin embargo, muchos se preguntan: ¿cómo se compara este tren con otros sistemas similares tanto a nivel nacional como internacional?
A continuidad, en Kamaxoui, dessrrollaremos diferentes puntos que resaltan del Tren Insurgente
Tecnología y velocidad del Tren Insurgente
El Tren Insurgente puede alcanzar velocidades de hasta 160 km/h, lo que lo coloca por encima de muchos trenes urbanos y suburbanos en México, como el Tren Suburbano, que conecta el Estado de México con la capital y alcanza unos 100 km/h. Aunque no llega a la velocidad de los trenes de alta velocidad como el AVE español (300 km/h) o el Shinkansen japonés (320 km/h), su diseño lo convierte en uno de los más rápidos del país en distancias medias.
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Diseño e infraestructura
A nivel de infraestructura, el Tren Insurgente cuenta con trenes eléctricos de última generación, estaciones modernas y accesibles, y una construcción mixta entre tramos elevados y subterráneos. Comparado con el Tren Maya, su diseño es más compacto y enfocado en conectar zonas urbanas densas, mientras que el Tren Maya está orientado al turismo y desarrollo regional del sureste mexicano.
En el plano internacional, sus estaciones recuerdan a trenes interurbanos europeos, como los del RER en París o el Cercanías de Madrid, tanto en estética como en funcionalidad. Sin embargo, aún carece de una red tan interconectada o ramificada.
Conectividad y servicio
Una gran ventaja del Tren Insurgente es su conexión con otros medios de transporte como el Metro, autobuses RTP y Mexibús, lo que favorece su uso cotidiano. En eso, sigue el modelo de ciudades como Tokio o Berlín, donde los trenes suburbanos están completamente integrados al resto del sistema de transporte público.
En contraste, el Tren Suburbano, aunque eficiente, aún enfrenta retos de conectividad más allá de sus terminales. Y el Tren Maya, al tratarse de un servicio de mayor recorrido, tiene una lógica más turística y menos enfocada en la intermodalidad urbana.
Costo y accesibilidad del Tren Insurgente
El Tren Insurgente también se perfila como un medio de transporte económicamente accesible para la población trabajadora, como sucede con el Suburbano. En comparación, trenes como el AVE en España o el Eurostar que conecta Londres y París, tienen tarifas más elevadas debido a su enfoque comercial y turístico.
En cuanto a accesibilidad, el Tren Insurgente cumple con estándares internacionales para personas con discapacidad, algo que lo pone a la par de trenes modernos en países como Canadá o Alemania.
Impacto ambiental
Al funcionar con energía eléctrica y reducir el uso de automóviles en la zona metropolitana, el Tren Insurgente también aporta a la lucha contra el cambio climático. Comparado con trenes diésel como algunos tramos del Tren Maya, representa una opción más sostenible, alineada con las metas de transporte verde de países europeos.
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Seguridad: un enfoque moderno y digital
El Tren Insurgente cuenta con sistemas de seguridad avanzados que incluyen videovigilancia, monitoreo en tiempo real, señalización automática y protocolos de emergencia. A diferencia de muchos trenes convencionales, su operación automatizada reduce el margen de error humano y brinda mayor confianza a los pasajeros, sobre todo en horarios nocturnos o de alta afluencia. Este enfoque está alineado con estándares de seguridad implementados en trenes urbanos de países como Alemania o Canadá.
Impacto urbano y social
El impacto del Tren Insurgente no se limita a reducir tiempos de traslado. También está generando un cambio en el tejido urbano y social de la región: incentiva el desarrollo económico, mejora el acceso a oportunidades educativas y laborales, y fortalece la integración entre el Valle de Toluca y la Ciudad de México. Además, al promover el uso del transporte público, contribuye a una cultura más sostenible entre las nuevas generaciones.
Por lo tanto, el Tren Insurgente representa un avance notable en la modernización del transporte en México. Aunque no es un tren de alta velocidad como los de Europa o Asia, su diseño, velocidad, conectividad y sostenibilidad lo colocan como un modelo competitivo frente a otros proyectos nacionales y un referente del futuro del transporte metropolitano en América Latina