Pocos aromas son tan especialmente esquicitos como el de un churro recién hecho, suave por dentro, crujiente por fuera y espolvoreado con azúcar. Este delicioso platillo, que se ha convertido en un clásico de la gastronomía en México y otras partes del mundo, tiene una historia fascinante que inicia muy lejos de nuestras fronteras. En este Kamaxoui, descubrirás de dónde son los churros, su evolución a través de los años, sus variaciones más populares, y una receta fácil para que puedas prepararlos en casa.
De dónde son los churros: primeros registros en Asia
La respuesta a de dónde son los churros podría sorprender bastante a algunas personas, ya que no nacieron en América ni en Europa, sino en China, donde se originó un platillo llamado youtiao. Esta delgada tira de masa frita se consumía tradicionalmente durante el desayuno y siempre se servía en pares, como una referencia simbólica a la dinastía Song, especialmente al canciller Qin Hui y su esposa.
Fue durante el periodo de intercambios comerciales que los mercaderes portugueses descubrieron este platillo y decidieron llevarlo a Europa, específicamente a la península ibérica. Ahí, el youtiao pasó por una transformación mas semejante al que conocemos hoy en día, se le agregó azúcar, se moldeó con la ayuda de una manga con boquilla estrellada y nació así lo que hoy conocemos como el churro.

De dónde son los churros: su viaje de Europa a América
Una vez en la península ibérica, el churro se consolidó como un bocadillo popular entre pastores y campesinos por ser fácil de preparar y muy energético. Fue durante la época de la Conquista que los españoles trajeron el churro a México y América Latina, donde encontró una nueva vida gracias a la creatividad gastronómica de cada país.
México, en particular, adoptó este dulce como propio, y no pasó mucho tiempo antes de que surgieran versiones locales con rellenos de cajeta, chocolate, leche condensada, crema pastelera e incluso variantes saladas con queso.
De dónde son los churros: el ingenio mexicano
En México, los churros se convirtieron en una parte muy importante de nuestra identidad culinaria. Los puedes encontrar en puestos ambulantes, ferias, parques y mercados, casi siempre acompañados de un chocolate caliente, un café de olla, entre tiras bebidas calientes o frías.
Gracias al ingenio mexicano, los churros han trascendido su forma original. El día de hoy existen churros rellenos, churros gigantes, churros en forma de espiral, churros acompañados de toppings como helados, frutas o mermeladas dulces, e incluso presentaciones gourmet que se sirven en cafeterías de alta gama.
De la gastronomía china a la gastronomía global
Hoy en día, si te preguntas de dónde son los churros, la respuesta se vuelve más compleja, nacieron en China, fueron reinventados en Portugal, se perfeccionaron en España y se transformaron en Latinoamérica.
Actualmente, son populares en países como Argentina, Colombia, Venezuela, Estados Unidos, y por supuesto, México.
En España, por ejemplo, se consumen tradicionalmente en el desayuno acompañados de chocolate caliente espeso, especialmente durante las fiestas navideñas. En partes de Latinoamérica, los churros son más festivos, con colores, sabores y texturas únicas.
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Receta de churros caseros
Y como no hay mejor manera de cerrar este recorrido que con el sabor auténtico, aquí te comparto una receta sencilla para que prepares churros en casa.
Ingredientes:
• 1 taza de agua
• 2 cucharadas de azúcar
• ½ cucharadita de sal
• 2 cucharadas de aceite vegetal
• 1 taza de harina de trigo
• Aceite para freír
• Azúcar y canela para espolvorear
Preparación:
• En una olla, calienta el agua, azúcar, sal y aceite hasta que hierva.
• Retira del fuego y agrega la harina de golpe, mezclando rápidamente hasta formar una masa homogénea.
• Deja reposar unos minutos y coloca la masa en una manga pastelera con boquilla en forma de estrella.
• Calienta el aceite en una cacerola profunda y, cuando esté bien caliente, forma los churros directamente sobre el aceite (pueden ser rectos o en espiral).
• Fríelos hasta que estén doraditos, sácalos y colócalos sobre papel absorbente.
• Espolvorea con una mezcla de azúcar y canela.
• Disfrútalos solos o con cajeta, chocolate o leche condensada.
De dónde son los churros realmente no es lo importante, sino su reflejo del mestizaje cultural y culinario, y la creatividad sin límites de cada país que lo adapta. ¿Ya se te antojaron?