Ya han pasado más de cuatro años desde la aparición de el COVID-19. Sin embargo, recientemente se ha detectado un nuevo brote causado por las variantes KP.2 y KP.3, lo que podría aumentar los contagios en plena temporada vacacional.
La Secretaría de Salud federal ha señalado que no hay motivo de alarma ya que los casos registrados no son graves, pero ha instado a la población a mantenerse vigilante.
¿Qué sabemos acerca de las dos nuevas variantes KP.2 y KP.3?
Según las autoridades sanitarias, estas nuevas variantes pertenecen a la familia Ómicron, conocida por su mayor capacidad de contagio, lo que implica una propagación más rápida. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos habían detectado estas variantes hace algunos meses, y en México ya se han reportado varios casos. Por ello, se recomienda volver a utilizar cubrebocas.
La plataforma GISAID (Global Initiative on Sharing All Influenza Data) ha confirmado la presencia de las variantes KP.2 y KP.3 en México. Hasta la fecha, el país ha registrado ocho casos de la variante KP.2 y un caso de la variante KP.3, según informes del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
El caso relacionado con la variante KP.3 corresponde a un hombre de 50 años procedente de Estados Unidos que llegó a la Ciudad de México a mediados de junio. Los casos de la variante KP.2 están asociados a personas con antecedentes de viajes recientes al país vecino
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¿Qué síntomas tienen estas variantes?
Las variantes KP.2 y KP.3, al ser parte de la familia Ómicron, presentan síntomas similares a los del resfriado común, pero ahora incluyen problemas gastrointestinales. Los síntomas más comunes son:
– Tos
– Fiebre
– Fatiga
– Dificultad para respirar
– Congestión nasal
– Dolor de cabeza
– Dolor muscular
– Dolor de garganta
– Diarrea
– Vómito
– Náuseas
– Pérdida del gusto y el olfato
A pesar que este nuevo rebrote causado por las variantes KP.2 y KP.3 no requiere la activación de la alarmas sanitarias de emergencia, la prudencia es muy importante, principalmente para cuidar a aquellos que son más vulnerables ante las enfermedades respiratorias. ¡Ciuda tu salud y cuida la de los demás!
