La lectura diaria es una práctica que va más allá de ser una simple actividad cotidiana, es un hábito que enriquece la mente y el aprendizaje, brindando múltiples beneficios a nivel personal y profesional. Por lo que, en una época donde la tecnología y el entretenimiento audiovisual ocupan cada vez una mayor relevancia y popularidad entre la población, es necesario seguir recordando las ventajas y beneficios de dedicar unos minutos al día a la lectura.
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Lectura diaria y el desarrollo cognitivo
La lectura diaria es fundamental para el desarrollo cognitivo y mental. Al leer, ejercitamos nuestro cerebro, lo que fortalece las capacidades cognitivas como la memoria, la concentración y el pensamiento crítico.
Este hábito también amplía nuestro vocabulario y mejora la comprensión lectora, habilidades esenciales para el aprendizaje continuo y la adaptación a nuevos conocimientos.
De igual manera, diversos estudios sugieren que la lectura continua puede retrasar el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento, manteniendo la mente activa y saludable.
Lectura diaria y la reducción del estrés
Leer de manera habitual también es una herramienta eficaz para la reducción del estrés. Al adentrarnos en un libro que nos entretenga, puede ocasionar que momentáneamente olvidemos los problemas que nos atañen día a día.
Asimismo, la lectura diaria ayuda a relajarnos y a reducir los niveles de cortisol, la hormona que fomenta el estrés, contribuyendo así a una mayor sensación de bienestar y tranquilidad.
La lectura diaria y el aprendizaje
Los libros son una fuente inagotable de conocimiento, ya sea que leamos novelas, ciencia ficción, noticias, poemas o la historia, cada texto nos aportan nuevas ideas y aprendizajes. La lectura diaria alimenta nuestra curiosidad y nos mantiene informados y actualizados en diversos temas, lo que es crucial en un mundo donde el cambio es totalmente constante.
De igual manera, el hábito de leer diariamente nos permite mejorar la ortografía y nos permite redactar de manera adecuada.
México, un país con poca lectura
En México, la cultura de leer a diario no es muy común. A pesar de los beneficios que conlleva este hábito, la práctica de la lectura no está tan extendida como en otros países.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2020, los mexicanos leían en promedio menos de cuatro libros al año, una cifra muy baja comparada con países semejantes al nuestro.
Según este estudio esta situación pudo haberse propiciado por falta de acceso y recursos en diferentes regiones de México, especialmente en áreas rurales, donde el acceso a libros y bibliotecas es limitado.
De igual manera se señala, que la educación básica no siempre incentiva de manera efectiva el hábito de la lectura, y muchas veces se enfoca más en la memorización que en la comprensión y el disfrute de los textos.
