Los organilleros de la Ciudad de México, ¿quién no ha oído o visto uno de ellos al recorrer las calles de la capital? Vestidos con su distintivo uniforme marrón, estos músicos recorren la ciudad con sus fascinantes instrumentos de madera para iluminar las esquinas con un tono alegre y característico, marcando un importante aspecto cultural mexicano. Esta es su historia.
¿Cuál es el origen de los organilleros?
El organillero tiene sus raíces en Alemania a mediados del siglo XIX, durante una época en la que la cultura musical moderna comenzaba a florecer. Estos músicos, tocan un instrumento conocido como organillo, el cual es una evolución de los órganos portátiles utilizados en la Edad Media y de los órganos empleados en las iglesias.
Al ser más pequeño, podían transportarse con mayor facilidad, lo que les permitía llevar su música de ciudad en ciudad, y lo que ocasionó su rapida difusión, extendiéndose por Europa, principalmente en Suiza, Italia, Francia y España.
Llegada del organillero a México
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Los organilleros aparecieron en México a finales del siglo XIX con la llegada de inmigrantes alemanes que establecieron negocios, como el caso de la familia propietaria de “Wagner y Levien”, una casa de música en la Ciudad de México que rentaba instrumentos y organillos a quienes quisieran ganarse unas cuantas monedas usándolos en espacios públicos o brindando servicios de serenata.
Además, con la explosión de la influencia cultural europea durante el Porfiriato, los organilleros se multiplicaron en las calles de las ciudades mexicanas, convirtiéndose en una parte esencial de la vida urbana. Tocaban melodías en plazas, mercados, y su presencia era común en festividades religiosas y patrias, interpretando canciones principalmente extranjeras
Sin embargo, durante la Revolución Mexicana, el organillero transformó su esencia para siempre, dejando atrás las melodías europeas y resaltando las canciones mexicanas populares, principalmente aquellas que aludían a la Revolución. Fue en este tiempo que adoptaron su característica vestimenta, inspirada en los trajes utilizados por los integrantes del ejército de Pancho Villa.
Declive y Actualidad
Con el pasar de los años, los organilleros se convirtieron en una parte integral de la cultura popular del país. Sin embargo, con la llegada de nuevas tecnologías como la radio y los medios de comunicación masivos, así como con el auge de una industria musical acelerada que captaba la atención de las nuevas generaciones, la popularidad de los organilleros comenzó a disminuir a lo largo del siglo XX y en el siglo XXI.
A pesar de ello, el organillero ha sobrevivido, llegando hasta nuestros días gracias a diferentes esfuerzos por conservar la tradición. Uno de ellos fue la creación de la Unión de Organilleros de la República Mexicana en 1979, así como la formación de sindicatos con el objetivo de preservar esta tradición.
Hoy en día, cada vez hay menos practicantes; se estima que existen únicamente 500 organilleros activos, cuyo oficio no suele ser el principal. Al recorrer las calles, no seas indiferente y ayuda a preservar esta tradición de los organilleros mexicanos, cuya presencia sigue marcando los vibrantes espacios de la ciudad.